martes, 19 de diciembre de 2017

VISITA AL HUERTO

Hace unos días, los espías y los pingüinos de infantil 5 disfrutamos de la salida extraescolar trimestral visitando el Centro de Educación Ambiental de la Comunidad de Madrid, en Colmenar Viejo. Antes de la visita nos organizamos en tres grupos, y cada uno realizó diferentes actividades en la misma jornada.




Los oseznos disfrutamos de un día entrañable, lleno de momentos divertidos, alegres y con muchas risas. Primero realizamos un riquísimo pan casero con nueces, después visitamos el huerto y degustamos unas sabrosas manzanas. Y para finalizar el día, estuvimos acariciando unos adorables conejos, dando de comer a las gallinas y disfrutando de un pequeño paseo con nuestras amigas las ovejas. Nos lo pasamos genial.
 

 

 

 

 

 

 

 





 

 

 

 





 

 

 

 

 

 

 

 

 










 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 





 

 




Los zorros fuimos de sorpresa en sorpresa. Comenzamos visitando el baño y luego la cocina azul, allí tomamos un tentempié y nos ofrecieron cocinar un bizcocho. Pero algunos ingredientes los conseguimos en el huerto, dónde recogimos manzanas para el bizcocho, y en el corral, donde conseguimos los huevos para hacer los dos bizcochos. El corral fue lo mejor,
 ¡Se escapó un conejito! y  ¡cómo corrimos detrás de las ovejas! Por fin, nos fuimos a la cocina a ser chef_juniors por un día.
Día de nervios, de emociones y de disfrutar en compañía de amigos.


















Los linces comenzamos la visita con los animales: le dimos alfalfa a las ovejas,  maiz a las gallinas y zanahorias a los conejos. De paso cogimos cinco huevos del gallinero. Después fuimos al bosque, donde descubrimos observando unos restos, que un pobre conejo había sido cazado por una rapaz justo cuando estaba empezando a escarbar su madriguera. De vuelta a la granja, pasamos por el huerto, donde vimos la compostera (donde convierten en abono los restos vegetales del huerto) y cogimos patatas para asar en cocina de leña. ¿Y los huevos? Pues tres los preparamos en una cocina solar para el aperitivo y con los otros dos pintamos al temple... 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 


 

 


Después de comer mejor que en un restaurante, tuvimos tiempo de jugar y disfrutar de un día en la naturaleza. ¡Inolvidable!




No hay comentarios:

Publicar un comentario