En el cole habíamos aprendido ciertas nociones básicas sobre este alimento: su procedencia del cacao, su elaboración... Pero en la fábrica nos esperaba Chelo que nos informó, más detalladamente, sobre el mundo de chocolate. Vimos su procedencia, su proceso desde que sale del árbol del cacao hasta que lo compramos en la tienda. Y también vimos la maquinaria que, en la fábrica, se encarga de la elaboración del chocolate en sus diferentes formatos.
Una vez terminada la visita con las explicaciones pasamos a la parte más dulce: la prueba de diferentes chocolates. No nos pudimos resistir a probar cada uno de ellos.
Hemos continuado la semana trabajando e investigando sobre el chocolate.
La mañana del martes diluimos chocolate en polvo con leche para transformarlo en líquido. Con él hemos realizado una actividad plástica. Lo hemos utilizado para pintar: individualmente con un palito y colectivamente con nuestras manos. Está claro que teniendo una tentación tan al alcance, entre pintura y pintura, también lo hemos probado... ¡era difícil resistirse!
El miércoles tocaba nuestra receta semanal. De nuevo convertidos en cocineros y con nuestros gorros puestos, hemos elaborado un bizcocho de chocolate que (si nos sale rico) degustaremos el jueves para desayunar. Lo primero que hemos hecho ha sido comprobar todos los ingredientes.
Todo listo. Ahora solo hemos tenido que batir con la batidora y llevárselo a la cocinera Mª José para que lo metiera en el horno. Toca esperar al jueves para probarlo.
Ha merecido la pena la espera. El bizcocho estaba riquíiiiiiiiisimo.
Hemos aprendido sí, pero hay que reconocer que hemos difrutado muuuuucho. Damos las gracias a la profe Ana que nos ha ayudado a poder hacer todas estas cositas y también a nuestra cocinera que nos ha dejado algunos utensilios de cocina.
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